Monday, January 25, 2016

El poder y el dinero

El error estratégico más importante de los políticos es preferir la acumulación de riqueza por sobre la acumulación de influencia y poder. O peor aun, pensar que es a través del dinero como se logra la relevancia política.

El poder, en sus definiciones más clásicas implica la capacidad de lograr objetivos a través de la influencia hacia las personas. Como lo afirma Jeffrey Pfeffer, profesor de Stanford y experto en el tema, “el poder no es un atributo personal sino relacional y contextual”. Es decir, una persona no posee poder en el vacío, sino en relación con otras personas en un contexto determinado.

Un político tiene poder en la medida en que la sociedad (polis) cree en él, no en la medida de su riqueza. Bill Clinton, el expresidente de los Estados Unidos -con todo y el escándalo Lewinsky-, es considerado una de las personas más influyentes del mundo, por su carisma y capacidad de persuasión. Clinton, si bien es considerado relativamente rico, no aspira a la lista de millonarios de Forbes.  

Un ejemplo en la política mexicana: a Cuauhtémoc Cárdenas se le considera un hombre influyente por su prestigio y el peso de su opinión. Por otro lado, Humberto Moreira, de ser ciertas las acusaciones en su contra, es un millonario más que dista mucho de ser figura cuya opinión se respete.

¿La diferencia? Estadistas como Bill Clinton, Felipe González, Cuauhtémoc Cárdenas, Henrique Cardoso y otros aspiran a la historia, mientras políticos de poca monta aspiran a Forbes. En México necesitamos más estadistas y menos políticos; leer menos a Maquiavelo y más a Platón.

Monday, January 11, 2016

Chile y la gratuidad en la educación superior

El 23 de diciembre de 2015, ya entrado el espíritu navideño, el Congreso de Chile aprobó una ley de gratuidad para la educación superior. La conocida como ‘ley corta’, aunque avance importante, no es una victoria permanente para la presidenta Michelle Bachelet dado que solo implica un sistema de financiamiento con alcances para 2016. No obstante, su aprobación representa un cambio radical en el paradigma educativo y político chileno, que durante décadas consolidó un sistema terciario de alta calidad y cobertura basado principalmente en políticas de mercado.  

El debate sobre la gratuidad de la educación superior en Chile tiene implicaciones muy importantes a nivel global. En pocas palabras, lo que intenta hacer Chile parece ir en contra de las tendencias globales de la educación terciaria. En la mayor parte de los países, incluida la China socialista, la deseable masificación de la educación superior (tasas mayores al 50% de cobertura) hace indispensable buscar mecanismos para que el financiamiento público a las universidades sea complementado con fuentes alternativas de sostenimiento, ya sea a través de la vinculación con el sector productivo o bien por medio de contribuciones directas de las familias.

Esta tendencia de “costos compartidos” no es producto de una ideología Friedmaniana sino de un contexto muy concreto: no hay sistema público capaz de financiar la masificación de la educación superior y a la vez mantener altos estándares de calidad. En este complejo contexto, el experimento chileno es muy relevante.

Sobremesa

Acá en México, hay que estar atentos a la resolución de la Suprema Corte en materia precisamente de gratuidad en la educación superior. 

Thursday, January 7, 2016

La FED y la fiesta



El miércoles 16 de diciembre Janet Yellen, dirigente de la Reserva Federal Estadounidense (FED), anunció el aumento en las tasas de interés en 0.25 puntos. Recordemos que en Estados Unidos las tasas declinaron de un máximo de 5.26% en 2007 a un mínimo de 0.12% en mayo de 2015 –prácticamente dinero gratis para estimular el consumo.

Con el anuncio parece que la FED ha perdido el miedo al “fantasma de 1937”. No obstante, esta medida solo representa la caída de la primera ficha del dominó y se esperan múltiples reacciones en los mercados y gobiernos a nivel global.

Por un lado, el alza en las tasas de interés manda la señal de que la economía estadounidense es sólida, y contribuirá a enfriar mercados sobrecalentados como el inmobiliario, automotriz y de créditos al consumo. Sin embargo, para los mercados emergentes -como México- el aumento podría no ser tan benigno. El alza afecta la percepción de riesgo en los inversionistas; si éstos pueden tener más ganancias en el norte dejarán los mercados emergentes en busca de pastos más verdes. Estos mercados, si no responden con alzas similares tendrán dificultades para atraer inversión y refinanciar sus deudas actuales. México ya hizo lo propio aumentando su tasa en 0.25 puntos.

En suma, y como comenta Claudi Perez en El País, “la política monetaria consiste en saber servir copas: lo más difícil es retirar el ponche en el momento adecuado para que la fiesta no se le vaya de las manos al banco central.” El ponche se ha retirado y se acabó la fiesta. Veamos quiénes ganan y quiénes pierden.