Monday, January 23, 2017

TRUMP vs POTUS

El pasado viernes Donald Trump juró como presidente de los Estados Unidos (EEUU), y aunque su discurso fue un tanto más mesurado en lenguaje, carga con la misma retórica populista: Promesas vacías y exultantes, proteccionismo político y económico exacerbados, reiteración sobre las amenazas externas y, particularmente, descalificación hacia la clase política de su país. No obstante, todos los problemas de EEUU, asegura Trump, se acabarán mágicamente con su llegada.

Trump no transita hacia ser el Presidente de los Estados Unidos (PUTUS), él sigue en campaña; pero una campaña que nadie sabe hacia dónde llevará a EEUU y al mundo. El populismo “es una ideología que considera a una sociedad separada en dos grupos homogéneos y antagónicos, ‘el pueblo puro’ contra ‘la élite corrupta’ (Mudde), donde la política debería ser una expresión de la voluntad general “del pueblo” (lo que sea qué eso signifique…). El populista no invita a una visión de pesos y contrapesos, compleja, sino a un escenario de enfrentamiento contra el enemigo perverso, construido a modo.

El discurso inaugural de Trump y su proclama “América primero”, divisiva y excluyente, contrasta con las líneas inspiradoras de algunos de sus antecesores: “La única cosa que debemos temer es al miedo mismo” (Roosevelt); “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país” (Kennedy); o “Nos reunimos porque hemos elegido a la esperanza por encima del miedo” (Obama).

Lo más peligroso es que el mensaje populista de Trump es aplaudido por multitudes, con caras blancas y gorras rojas, que se engañan pensando que la globalización es reversible, y que eso beneficiaría sus bolsillos.   

Monday, January 9, 2017

Gobernar es comunicar

Si efectivamente gobernar es comunicar estamos en graves problemas de gobernabilidad en nuestro país. Generalmente, cuando un mandatario da un mensaje a la nación es para: 1) brindar información contundente, 2) generar certidumbre y/0 3) generar respeto –y temor- en sus adversarios. Si no se prepara un mensaje cuidadosamente y se garantiza que cumpla con alguno de estos objetivos, salir a dar la cara es contraproducente.

El mensaje del miércoles pasado con motivo de los nuevos nombramientos en el gabinete y donde se abordó el tema del gasolinazo es una cátedra de cómo no se debe comunicar. La improvisación, el nerviosismo y la falta de datos contundentes en el mensaje del Presidente generaron aún más incertidumbre y molestia en la sociedad. De tal tamaño fue el hierro que el Presidente tuvo que salir apenas 32 horas después a corregir este descuido y ofrecer razones, argumentos y cifras para justificar el aumento. El del jueves fue un buen mensaje,  pero el daño ya estaba hecho.

Dicen que en política las malas noticias hay que darlas de inmediato. El gasolinazo es una de las decisiones más riesgosas del sexenio y debió haberse abordado de manera rápida y clara ante la sociedad. ¿Por qué ha costado tanto al gobierno federal explicar las razones de esta decisión impopular pero necesaria? Aquí vale el adagio de que cuando mentir es más complicado, hay que decir la verdad: el gobierno no tiene más recursos para subsidiar la gasolina, si continuara el subsidio el gasto social estaría en riesgo; doloroso pero necesario. Punto.

Los gobiernos en todo el mundo deben tomar decisiones impopulares, pero sobre todo saber comunicarlas. 

Thursday, January 5, 2017

La innovación social en las universidades

Generalmente, cuando se habla de innovación se piensa en la venta de nuevos productos, el desarrollo de nuevos servicios y el emprendimiento de nuevos negocios. Esta es una visión muy tradicionalista en la cual el objetivo último de la innovación es la ganancia personal, el profit. En esta visión, una innovación solo sería rentable si tiene los suficientes clientes potenciales para hacer rico a su creador.

No obstante, existe un tipo de innovación que no está sujeta a las leyes del mercado ni a la dinámica de los negocios, y que es cada vez más importante para las instituciones y comunidades: la innovación social. Esta innovación implica generar ideas y soluciones a problemas sociales apremiantes, mediante procesos novedosos a través de la diversidad de enfoques y disciplinas del conocimiento. Por ejemplo, crear valor a través de incentivos para reducir la contaminación, experimentar con nuevos métodos para el aprendizaje en las escuelas o bien desarrollar esquemas para incentivar el ahorro familiar. Aquí la dictadura del profit pasa a segundo término y la gama de problemas sociales es inagotable (desafortunadamente).     

En su libro “La democratización de la innovación”, el profesor del MIT, Eric von Hippel, nos plantea que la innovación es para todos, no solamente para las grandes industrias ni para la comunidad científica: virtualmente cualquiera puede innovar para contribuir a la solución de un problema social. Esta perspectiva democratizadora de la innovación debe permear cada vez más en las universidades mexicanas, para que los estudiantes tengan la visión de que innovar no solo es desarrollar un negocio rentable, sino contribuir a la solución de los grandes problemas de la humanidad.